La ignorancia, al contrario, da la sensación de no tenerla, se siente lejos, fuera, distante. A veces parece que nunca se va, y en efecto, nunca acaba yéndose.
Si me preguntan, el ajo y la ignorancia tienen en común que una se acostumbra a consumirlas.
o de cómo la idiotez humana no tiene fin.
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