domingo, 6 de mayo de 2007

Como un perro andaluz

Retumbo en los horizontes de lo innegable, me descuido y aparezco aquí. Con o sin rumbo, mis decisiones aparecen solas, impuestas, sin potestad alguna. Soñé con hormigas.
Como navaja que atraviesa mi ojo, la luz del día florece en mi ventana, atraviesa el cuarto, la cama, mi mente. La luz enmarca los límites de la oscuridad. No veo nada, no pienso nada.
Aparecemos «ciegos, con los vestidos desgarrados, devorados por los rayos del sol y un enjambre de insectos»
cita del guión original de Un perro andaluz de Luis Buñuel, 1929.

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