domingo, 8 de abril de 2007

La divina divinidad

Profano en nombre de todoas. Blasfema ignorancia.
Cambios que atraviesan como luz puntual mi alma que alguna vez supo más. Mi cerebro arde en cenizas, oxidado por falta de uso. Una duda envuelve mi mente como una ficción que no parará jamás. Silencios que gritan con poca humildad todo aquello que ahora olvido. Agradecida de una mentira que ahora desconozco, y una verdad que ignoro. Un alma que dio calor y que ahora sencillamente no reconozco más.

No hay comentarios.: